En México, cada día más padres enfrentan desafíos difíciles cuando sus hijos padecen enfermedades graves o están en riesgo de suicidio. Actualmente, la Ley solo otorga permisos laborales para cuidados médicos a padres cuando su hijo tiene cáncer avanzado, y lo limita solo hasta los 16 años.

Con esta reforma, buscamos ampliar esos permisos hasta los 18 años, para que padres y madres puedan atender a sus hijos en momentos críticos de salud. Esta medida reconoce que el cuidado de un hijo es para toda la vida y que situaciones como el riesgo de suicidio juvenil merecen una atención especial.

La salud mental es prioridad. Los casos de suicidio en jóvenes siguen en aumento, y como legisladores debemos ofrecer todas las herramientas posibles para que los padres puedan atender y proteger a sus hijos en estos momentos tan difíciles.

El PRI no solo apoya a las familias en el papel, ¡estamos trabajando para cambiar la ley y brindarles el respaldo que merecen!

Pedimos a todos los senadores sin excepción alguna consideren esta iniciativa. Es hora de apoyar a los padres y madres de México cuando más lo necesitan.